Existen dos
enfoques globales para el e-Learning: el aprendizaje autodirigido y el aprendizaje dirigido/facilitado por un
instructor.
El
e-learning autodirigido:
A los alumnos se les ofrece material pedagógico para
el e-learning (conocido también como aprendizaje basado en la Web o WBT, por su
sigla en inglés), que puede ser complementado con recursos adicionales y
evaluaciones.
El material del curso por lo general se almacena en
un servidor Web y los alumnos pueden acceder
a este material desde una plataforma de aprendizaje en línea o un CD-ROM.
Los alumnos realizan el curso a su propio ritmo y definen
las rutas de aprendizaje personal en
función de sus propias necesidades e intereses. Quienes proporcionan el
e-learning no tienen que mantener un
horario fijo con los alumnos, y tampoco tienen que estar pendientes de ellos o
hacerles seguimiento.
Los contenidos para el e-learning son desarrollados
en función de un conjunto de objetivos de aprendizaje y se entregan a través de
diversos elementos y medios, como textos, gráficos, audio y video. Deben
proporcionar todo el apoyo pedagógico posible (a través de explicaciones,
ejemplos, interactividad, retroalimentación, glosarios, etc.), para que los
alumnos puedan aprender por su cuenta. No obstante, por lo general se ofrece a los
alumnos algún tipo de apoyo, como apoyo técnico enviado por email o e-tutoring
(tutoría en línea).
Si se ofrece e-learning autodirigido a través de una
conexión a Internet, se podría hacer un seguimiento a las acciones de los
alumnos en una base de datos central.
En este modelo se desarrolla un programa de
estudios lineal que integra varios elementos de contenido y actividades a un
curso cronológico o plan de estudios.
El curso es programado y dirigido por un instructor
y/o facilitador a través de una plataforma de aprendizaje en línea.
Los contenidos para el e-learning para estudio
individual pueden ser integrados a las charlas del instructor, a trabajos individuales
y a actividades colaborativas entre los alumnos.
Los alumnos, facilitadores e instructores pueden
utilizar herramientas de comunicación como e-mails, foros de discusión, chats,
encuestas, pizarras digitales, intercambio de aplicaciones, y audio y video
conferencias para comunicarse entre sí y el trabajo conjunto.
Uno de los últimos pasos, por lo general, incluye
un ejercicio o examen para evaluar lo aprendido.
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